Para algunas cosas no hay edad, y aprender a montar en bici de adulto es una de ellas. Si bien lo ideal es aprender de pequeño, quienes no han tenido la posibilidad de hacerlo, pueden utilizar nuestra guía para salir a montar en bici por primera vez.
Esperamos poder ayudar para que montar en bici en edad adulta sea una realidad para cambiar de hábitos y poder disfrutar de la movilidad sostenible con total tranquilidad. ¡Vamos allá!
Contenidos
Qué bicicleta utilizar para aprender de adulto
En primero lugar, debemos considerar la bici con la que vamos a hacer nuestros primeros intentos. Idealmente, es conveniente aprender a montar en bicicleta con una bici prestada, o de segunda mano. Así evitaremos grandes desembolsos al comienzo. Sin embargo, si puedes elegir, lo mejor es que la bici que vayas a montar por primera vez sea una bici de cuadro bajo. De esta forma, te será más sencillo subir y bajar de la bicicleta.
Qué hacer antes de empezar a montar la bicicleta:
- Ajusta la bicicleta a tu medida, sobre todo el sillín. Para estar seguro que alcanzarás el suelo con los pies, ponte de pie junto a la bicicleta y ajusta el sillín a la altura de la cadera. De esta manera, el asiento quedará a una altura confortable. Si ves que aún es alto para tí, puedes bajarlo un poco, pero no demasiado.
- Sube y baja de la bicicleta: esto te dará confianza a la hora de hacer los primeros intentos.
- Lleva la bici caminando junto a tí. Realiza un breve paseo con la bici a tu lado. Es clave que puedas ver que la bicicleta tiene un cierto peso, y también que veas cómo rueda y cómo puedes hacerla cambiar de dirección con el manillar.
- Prueba los frenos: mira qué tipo de reacción ofrecen, si están muy blandos deberás apretar más las palancas con las manos y hacer más fuerza para frenar. Por el contrario, si están muy ajustados, la bici se detendrá enseguida después de accionarlos.
Primeros pasos para montar el bicicleta de adulto
Dónde montar en bici por primera vez:
Si ya has ajustado la bici que vas a utilizar, escoje un lugar amplio y poco concurrido para hacer tus primeros intentos de montar en bici. Con ello nos referimos a un lugar apartado, pero amplio, donde puedas moverte con facilidad: un jardín, un parque, no tiene por qué ser un lugar asaltado. Ten en cuenta en suelos duros la bici irá más rápido que en suelos blandos o con pasto.
Empezar con la bicicleta:
Una vez que ya sepas cómo se comporta la bici, es decir, te hayas subido, bajado y hayas rodado un poco con ella a tu lado caminado, ya estáras en condiciones de subirte.
Simplemente, dar un primer impulso con los pies hacia delante puede hacerte entender cómo funciona el equilibrio en una bicicleta. La fuerza ejercida hacia delante hace que no caigas hacia los costados. Una bici en movimiento no se caerá, por ello mientras estés quieto, manten un pie en el suelo siempre.
Dar impulso como con una bici de aprendizaje
Lo vemos con los niños, ellos aprenden primero el equilibrio y luego a pedalear. Puedes practicar poner la bici en movimiento sin tocar los pedales para empezar a ganar confianza. Una vez hecho esto varias veces, puedes empezar a colocar los pies en los pedales.
Esto de darte un impulso con los pies antes de comenzar a pedalear es también algo que deberías repetir cada vez que subas en la bici al principio. De esta forma ya estarás en equilibrio antes de empezar a pedalear.
Girar, uno de los retos para aprender
Los giros pueden parecer difíciles de lograr al principio, pero entra mucho en juego el valance del cuerpo y la velocidad con la que tomemos la curva. Para empezar a girar, hazlo a velocidad baja o media. Debe ser un poco más rápido que caminar ligero, para no caer. Recuerda que mantener la bici siempre en movimiento es lo único que no puede faltar para poder mantener en equilibrio.
Haz un giro amplio cuando comiences, no lo hagas corto y pequeño al comienzo. Una vez que tengas más práctica podrás hacer giros más cerrados. Antes de empezar a girar, intenta zigzaguear con la bicicleta, también en movimientos amplios. Esto ayudará a que ganes maniobrabilidad y capacidad para esquivar obstáculos en el futuro (pozos en el suelo, postes, etc).
No olvides los frenos
La maniobra de frenado debe ser idealmente planificada. Por ejemplo, sábes que te estás acercando a una zona transitada y que debes empezar a bajar la velocidad y accionar los frenos. Para ello, siempre debes dejar de pedalear. Parece una tontería, pero poco a poco irá fluyendo e incorporarás el proceso completo.
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